Fry, un repartidor de pizzas descontento con su vida, se congela criogénicamente y por accidente en la nochevieja del año 1999. Cuando despierta, descubre que ha estado dormido durante 1000 años y que se encuentra en 2999, el 31 de diciembre.
Leela, una cíclope alienígena encargada de la empresa designadora de destinos, persigue a Fry y a Bender (El robot que Fry acaba de conocer) para hacer cumplir a Fry con su destino: ser repartidor, cosa que odia.

El primer trabajo de Fry, Leela y Bender como tripulantes de la nave de la empresa Planet Express consiste en enviar un paquete a la Luna. Fry está entusiasmado con ir a la Luna, algo que, para el resto, ya es algo de lo más normal. Después de hacer la entrega, Fry, Leela, Bender y Amy se divierten en el parque de atracciones de la Luna, el Luna Park.

Fry, que por el momento vive en las oficinas de Planet Express, es obligado por el resto de trabajadores a buscar un piso en el que vivir. Bender le invita a quedarse en su piso, pero es demasiado pequeño. Fry le convence para ir a buscar un nuevo piso para los dos.

Fry, Leela y Bender parten en misión de salvar a dos animales de cada especie en un planeta a punto de estallar, Vergon 6. Por el camino, encuentran la nave de Zapp Brannigan, al que le piden ayuda. Sin embargo, el orgulloso capitán, que prohíbe toda intervención en Vergon 6, les hace prisioneros y trata de añadir a Leela a su lista de conquistas.

Fry, Leela y Bender tienen que hacer una entrega a un planeta habitado por robots en el que los humanos son aniquilados al instante. Bender va a hacer la entrega, pero descubren que trabaja para los humanos y es hecho prisionero. Entonces, Fry y Leela descienden al planeta disfrazados de robots para rescatar a Bender.

Para pagar la fianza de Bender, que ha sido encarcelado por robar, Fry va a sacar dinero de su cuenta del banco de 1999 y se entera de que los intereses durante 1000 años han transformado sus pocos centavos en millones de dólares. Con su recién adquirida riqueza, Fry compra la última lata de las ya extintas anchoas que existe, un producto también anhelado por la cruel empresaria Mamá para fabricar lubricante para robots, quien ahora intenta hacerse con la lata cueste lo que cueste. Además, sus nuevas posesiones hacen a Fry distanciarse de sus amigos.

Fry, Leela y Bender tienen que hacer una entrega a un planeta con tres soles. Al hacer la entrega, Fry, que está muy acalorado por los soles, se bebe una botella de lo que parece agua, pero que en realidad es el rey de un planeta habitado por seres líquidos. Ahora Fry es proclamado nuevo rey del planeta.

Gracias a un nuevo invento del profesor Farnsworth, el Olorscopio, se descubre que una gran bola de basura del siglo XX se dirige hacia la Tierra. Si llega a colisionar, destruirá la ciudad de Nueva Nueva York . Fry, Leela y Bender fracasan en una misión tipo «Armaggedon», pero entonces surge la idea de desviar la bola con otra bola de las mismas características, por lo que Fry enseña al mundo la capacidad de los ciudadanos del siglo XX para producir basura.

Bender se vuelve adicto a la electricidad y, para reformarse, se une a la religión robot. Más tarde abandona la religión y sus valores y es condenado al infierno robot. Fry y Leela van a salvarle.