Traducimos por su interés la entrevista completa de The Daily Beast a Al Jean, guionista, productor y showrunner de Los Simpson.
Al Jean y su mujer, la también guionista de Los Simpson Stephanie Gillis, pasaron por Austin, Texas, para hablar en un panel sobre sus procesos colaborativos en el recinto SXSW.
En una larga charla con The Daily Beast, Jean habló sobre la polémica con Michael Jackson y muchas cosas más.
He estado viendo Los Simpson desde que era un niño pequeño y la serie llegó a un gran hito el año pasado, convirtiéndose en la serie guionizada de prime time más larga de la historia. ¿Qué significa para ti ese logro?
Sentí mucho orgullo por todo lo que ha hecho toda la gente que ha trabajado en la serie. Ni en mis sueños más salvajes llegué a pensar que estaría en una serie que durara diez años, así que imagina treinta. Y a la gente le importa un montón esta serie. Trabajan tan duro ahora como lo hacían en la primera temporada, y se la toman tan en serio como es posible. Fue un homenaje para todos ellos.
Tengo curiosidad por saber cuánto se tarda (desde el guión a la televisión) en hacer un episodio de Los Simpson en 2019, ¿se ha acelerado el proceso con los años?
Pues es una pregunta interesante, porque todavía se tarda lo mismo. Se tardan unos nueve meses desde que hacemos la lectura de un guión hasta que se emite el episodio terminado, y hay una anécdota real de los primeros años al respecto: teníamos un chiste sobre la Unión Soviética y para el momento en el que el episodio se iba a emitir… ¡la Unión Soviética ya no existía, así que tuvimos que cambiar el chiste!
¿Cuánto crees que le queda a la serie? Ya tenemos 30 temporadas. ¿Hay algún número mágico al que queréis llegar para finalizar, o simplemente queréis llegar tan lejos como sea posible?
En cuestión de hitos, pensaba que si se terminaba sería en la temporada 30, pero no (llegaremos a 32), así que ahora la mayor variable es lo que vaya a querer hacer Disney con la serie, ya que vamos a ser de su propiedad. Me gusta hacerla como la hacemos para la Fox, pero no sé lo que va a pasar. Creo que quieren seguir con ella y que es una de las razones por las que han pagado tanto dinero por la Fox.
¿Cómo crees que esta unión de empresas afectará a la serie? ¿ha habido algún tipo de conversación que os haya dado alguna sensación de lo que quieren hacer?
No ha podido haber conversaciones todavía porque, según me enteré, antes de la unión, la empresa compradora no puede sugerir absolutamente nada, tienen que mantener las distancias. Así que la decisión fue de renovar la serie por dos temporadas porque, si nos hubiéramos esperado a la unión, el equipo de animación habría sufrido un parón demasiado largo. Así que sabremos lo que hará Disney dentro de dos años.
¿Tienes algún miedo de cómo la unión podría afectar a Los Simpson?
Ninguno. Creo que han comprado cosas como la Fox y FX por lo que son. Hicieron un gran trabajo con el universo Marvel y, como estudio, prácticamente todas las películas grandes que espero con ganas vienen de Disney. Así que no hay miedo, y no solo por la unión, sino porque todo el negocio está cambiando. Todo será vídeo bajo demanda en el futuro. Y estoy seguro de que muchos se preguntan si seremos parte del servicio de streaming de Disney, pero no lo sé seguro aún.
A mis 34 años, he estado viendo Los Simpson casi toda mi vida. ¿Qué crees que le ha permitido no solo durar, sino además atraer a varias generaciones?
Bueno, se me ocurren varias razones. Todos trabajamos muy duro. La animación no pasa de moda, no es muy diferente a cuando la gente empezó a ver la serie. La serie la protagoniza una familia, y Matt Groening, Jim Brooks y Sam Simon crearon un universo muy elástico que se puede expandir a la realidad de 2019 muy fácilmente. También creo que hay algo de factor nostálgico, en cuanto a que hay gente que ha visto todos los episodios y quiere seguir viéndolos, y además, ahora hay muchas cosas que creo que la gente aprecia porque son iguales que cuando eran jóvenes. Si la serie ya no existiera, la gente estaría hablando de hacer un reinicio.
Es fascinante ver Los Simpson como un «millennial» porque, cuando era pequeño, los espectadores veían a la familia como más cercana a ser pobre que de clase media. Pero ahora, como treintaitantosañero, cosas como tener una familia, una casa y que uno de los padres no trabaje fuera de casa, desde luego parecen de clase media y mucho más difíciles de tener en la realidad.
Bien visto. Homer es dueño de su casa y tiene un buen trabajo, Marge no tiene que trabajar fuera de casa y tienen tres hijos. Lo que esas cosas representan ha cambiado en los últimos 30 años, pero lo que haremos, obviamente, es mantener a la familia igual y que reaccione al mundo.
Mucha gente, entre la que me incluyo, cree que fuisteis tú y Mike Reiss quienes elevaron la calidad general de la serie y la transformaron en algo trascendente cuando tomasteis el mando en la temporada 3. ¿Qué cambios hicisteis entonces, que permitieron a la serie llegar más alto?
La mayor sensación que tuvimos en aquel momento era una gran agitación, porque la serie era increíblemente popular, y yo había trabajado en ALF, que duró cuatro temporadas a pesar de que estaba en el top 10 de la audiencia en su segunda temporada. Quería que Los Simpson siguiera siendo popular, buena y querida, y para eso trabajé y he trabajado la mitad de mi vida, ya. Introdujimos más reescrituras de guión, hacíamos una reescritura durante la animática, repasábamos los guiones una y otra vez y ahora hemos añadido otra reescritura durante los storyboards. Si hay una cosa que cambió, y no quiero decir que antes no trabajaran duro, es que dimos una vuelta de tuerca más al ritmo del trabajo y era realmente agotador.
El primer episodio de la temporada 3, «Papá, Loco De Atar», que contiene la voz de Michael Jackson, ha sido noticia últimamente cuando se reveló que habíais decidido retirar el episodio tras ver el documental «Leaving Neverland». Ha debido ser una decisión difícil de tomar, ya que lo escribisteis tú y Reiss y fue vuestro primer episodio como showrunners.
Sí. No es algo que me haga feliz, pero es algo con lo que estoy totalmente de acuerdo. Lo que me entristece es que, si ves el documental (varios de nosotros, incluido yo, lo hemos hecho) y luego ves el episodio, sinceramente, parece que el episodio fue utilizado por Michael Jackson para otra cosa que para el propósito que nosotros queríamos darle. No era solo una comedia para él, era algo que fue utilizado como una herramienta. Y creo firmemente en lo que digo. Es lo que yo creo y por eso creo que retirarlo es lo apropiado. Pierdo un poquito de dinero y, personalmente, no es precisamente genial perder una de las cosas más exitosas que he hecho en mi vida, pero creo totalmente que es lo que tenemos que hacer. No creo en repasarlo todo y juzgar a todas las estrellas invitadas que hemos tenido e ir diciendo «este era malo, este otro también», pero es que este episodio en concreto tiene un propósito falso, y eso es lo que me opone a él ahora.
¿Y cuál era ese falso propósito?
Creo que era parte de lo que usaba para establecer vínculos con menores. Realmente no lo sé y debería ser muy cuidadoso porque esto no es algo que yo sepa personalmente, pero si hablamos de lo que pienso, eso es lo que pienso. Y me entristece muchísimo.
¿Escribió Michael Jackson la canción que él y Bart le cantan a Lisa para animarla? Incluye al personaje de Michael cantando «Y el primer beso de un niño…»
Sí. Pero preferiría no seguir hablando sobre el tema porque no quiero darle demasiadas vueltas. Por nuestra parte, fue de corazón, y creo que Jim [Brooks] lo explicó muy bien. No lo retiramos por ningún otro motivo que el que he explicado, si ves el documental y después el episodio… hay algo raro.
¿Habéis tenido dilemas similares en el pasado? Por ejemplo, ¿alguna vez os habéis planteado retirar al Dr. Hibbert, que es obviamente una parodia de Bill Cosby?
Bueno, hay una diferencia, y es que es una parodia. Bill Cosby nunca hizo su voz. Tampoco es únicamente una parodia de Cosby y nada más, por lo que no creo que nadie vea al personaje hoy en día y diga «Anda, es Bill Cosby». Es diferente. Nadie es perfecto y otras estrellas invitadas han estado lejos de ser perfectas, pero este es el único episodio al que se le ha dado un propósito distinto al de simplemente tener a una estrella invitada que hace una interpretación cómica de su papel, y no me di cuenta en el momento.
Hablemos ahora de un cameo «perfecto» en Los Simpson: el difunto Luke Perry estuvo fantástico como el medio hermano de Krusty. Cuando lo vi, me hizo apreciarle más porque sabía reirse de sí mismo. Y fue en la temporada 4, cuando eras showrunner con Mike. ¿Cómo fue trabajar con Perry?
Ese episodio fue nuestro intento de hacer una secuela de «Homer, Bateador» (que también hicimos nosotros) porque pensamos, «Jo, tuvimos mucho éxito reuniendo a todos aquellos jugadores de béisbol, vamos a hacerlo con artistas». Y lo gracioso es que fue mucho más fácil conseguir a los jugadores de béisbol que a los artistas. Ni me acuerdo de cuántos grupos nos dijeron que no antes de conseguir a los Red Hot Chili Peppers. The Rolling Stones fue uno de ellos. Johnny Carson también dijo que no al principio, pero entiendo por qué, y es que escribimos su personaje como si fuera un gorrón, cuando él quería que fuera más en la línea de su yo artístico, y al final fue muy divertido. Y con Luke Perry, pensamos que sería gracioso que Krusty tuviera un medio hermano macizorro del que nunca pensarías que está emparentado con Krusty. Yo no le conocí en persona, pero Mike sí y dijo que era muy, muy simpático. Mike le halagó por hacerlo bien en Celebrity Jeopardy la semana anterior y le alegró mucho que se reconociera su cerebro además de su apariencia.
¿Tienes algún cameo de famoso favorito? Ha habido muchísimos, pero tengo curiosidad de saber si alguno destacó especialmente para ti.
Bueno, lo de Tony Blair fue genial. Estábamos en Londres y nos dijeron «Si venís en 10 minutos, podéis grabar su intervención en el número 10 de Downing Street». Y lo hicimos, y nos dijeron que debíamos mantenerlo en secreto, pero al salir había periodistas esperándonos. Fue flipante, surrealista. Si nos referimos a invitados geniales con los que fue genial trabajar, pues Anne Hathaway estuvo enorme. Vino a la lectura del guión, cantó increíblemente y ganó un Emmy por su papel en el episodio. Si nos centramos en estrellas invitadas recientes, nadie fue mejor que ella. Simplemente fantástica.
Una pregunta que siempre me ha rondado la cabeza: ¿Quién fue la inspiración para Montgomery Burns?
Fueron varias inspiraciones. Algunos dirían que Barry Diller [presidente de IAC, empresa madre de The Daily Beast]. Otros dirían que es un poco como el banquero de ¡Qué bello es vivir!. El nombre «Montgomery» era el nombre del padre de Sam Simon, ¡aunque no creo que el padre de Sam fuera Montgomery Burns! El aspecto es un poco como el de Barrymore de ¡Qué bello es vivir!, así que es una mezcla de cosas. Pero básicamente es la concepción que tenemos todos de un jefe malísimo con un subordinado pelota que hemos visto en muchos sitios.
Una cosa destacable sobre Los Simpson es lo bien que predice el futuro. Uno de los ejemplos más locos, por supuesto, es el de Donald Trump siendo presidente. ¿Cómo reaccionasteis cuando algo que imaginasteis hace tantos años se hizo realidad?
Te voy a ser sincero: acertamos tres veces el ganador de la Super Bowl y yo había apostado las tres veces contra nuestra elección y cuando Trump anunció que se presentaba, pensé que no había posibilidad de que ganara. Definitivamente nunca debería apostar contra Los Simpson. Ese es mi lema. Incluso si decimos algo absolutamente increíble, se hará realidad. Y no sé por qué pasa. ¡Es un poder increíblemente genial y escalofriante!
¿Cómo has afrontado el tema político en la serie? Y ¿Cómo cambió la forma de afrontarlo con el presidente actual, que es básicamente un personaje de dibujos viviente?
Somos una serie que emite los episodios casi un año después de comenzarlos, así que no hacemos chistes del momento o chistes que no se entenderían dentro de un año. Intentamos reírnos de tendencias y filosofías e intentamos ser equitativos. El problema, según lo veo yo, es que Trump ha ido tan lejos en una dirección que incluso gente anteriormente conservadora como George Will se le opone enérgicamente, así que Trump ha inclinado la balanza. Y entiendo que la gente diga «Buf, dejad de hacer chistes sobre Trump», aunque elegimos los momentos que creemos más adecuados, no es que los hagamos en todos los episodios. Pero es triste, porque en este país solía haber algo de consenso, pero ahora ya no parece haber ninguno. Elijah Cummings dio totalmente en el clavo al decir: «Espero que volvamos a la normalidad». Y yo espero que lo hagamos pronto.
Algunos guionistas de comedia han dicho que es difícil burlarse de Trump, porque ya es muy caricaturesco de por sí, y Saturday Night Live ahora se limita a repetir lo que dice palabra por palabra. ¿Ha sido difícil para vosotros parodiarle?
Es un peligro. Lo que hace es tan loco y todo cambia tan deprisa que no quieres ser menos divertido que la realidad. Hubo un momento importante tras el 11 de septiembre, cuando desde la prensa estaba muy mal visto reírse de George W. Bush, en el que había una presión increíble para no hacer chistes sobre política. Hicimos un par sobre Fox News y la guerra de Irak y hubo una gran pelea con los censores. Desde luego que no quiero volver a eso, era una época que daba mucho miedo.
Estando en la Fox, a la serie nunca le ha asustado criticar a la propia Fox o a Fox News. Les habéis dado por todas partes.
¡Y también le hemos dado un montón a Disney! [Ríe]
Pues sí, mucho. Pero siempre me ha gustado cuando os metéis con Fox y Fox News, porque era como que reivindicábais vuestra independencia.
¡Bueno, aún estamos en la Fox!
¿Pero habéis recibido alguna vez alguna nota de Rupert Murdoch o de algún otro de Fox quejándose de las críticas?
Hubo una crítica muy suave en la que se salía un helicóptero en el que ponía «No somos racistas, pero somos el nº1 entre los racistas» y después lo hicimos otras dos veces con otros mensajes en el helicóptero. Entonces la cadena nos dijo «A lo mejor no es tan divertido si lo hacéis todas las semanas» y, como cómico, pensé que algo de razón tenían. No es que queramos dejar en paz a Fox News, pero cuando la gente empieza a esperárselo, pierde algo de gracia. Eso es todo.
Y sobre la polémica con Apu, el revisionismo cultural es una cuestión realmente complicada. Me preguntaba si podrías aclarar vuestra decisión de mantener a Apu en la serie.
Me disculpo ante quien haya sufrido bullying por Apu. Odio a los abusones. A mí me hicieron bullying y si eres un abusón te voy a patear el culo. Así que eso desde luego estaba mal. Pero, como guionista, siempre quise que Apu fuera un personaje original, más noble, más trabajador y más inteligente que el habitual personaje de Los Simpson. En el episodio «Homer, El Hereje» había un gran chiste en el que el Reverendo Lovejoy ni siquiera sabía de qué religión era tras realizar Apu una gran labor como bombero voluntario y hace poco hubo un reportaje en The Guardian escrito por una persona del sudeste asiático en el que decía que ese momento le hizo sentir muy orgulloso. Así que creo que hay muchas cosas sobre Apu que han hecho sentirse muy orgullosas a las personas del sudeste asiático y que es un asunto muy complicado. Pero nadie debería sufrir bullying por él y lo siento mucho por eso.
¿Habéis modificado el personaje de Apu de alguna manera tras el documental?
Estamos trabajando en ello. Es todo lo que puedo decir.
Y por último, ¿qué es para ti lo más gratificante de ser parte de semejante piedra angular cultural?
Sin duda, lo más gratificante es que puedes ir a cualquier parte del mundo y encontrarte con gente que te dice cosas en plan «Mis padres estaban a punto de separarse y Los Simpson me hizo sentir mejor, me animó». Recibir un comentario de ese tipo es lo mejor que te puede pasar.